- Pareciera que hemos entrado en una etapa más difícil y compleja de la campaña presidencial…
- Hemos entrado a la campaña presidencial, en serio, mucho antes de lo previsto y en un escenario también no esperado. El cuadro político se ha modificando con rapidez. En pocas semanas hemos pasado de dos candidatos de la Concertación a uno, y de un candidato de la derecha a dos. La campaña de Michelle Bachelet se venía desplegando pensando en una primaria, lo que imponía un cierto carácter y ritmo a la campaña, básicamente una competencia regulada, tranquila y unitaria al interior de la Concertación. La irrupción de Piñera y la declinación de la opción de Soledad Alvear obligan a un cambio de diseño. Otro dato es que la derecha ha entrado de lleno a una estrategia de desgaste del gobierno y de la figura del Presidente, a través de recursos muy cuestionables. Eso también es nuevo. A ello debemos sumar el proceso de integración de la DC a la campaña que aún no ha concluido, la dificultad para cerrar la lista parlamentaria y por último, un factor relevante es que las dos candidaturas de derecha poseen, en relación a nuestra campaña un volumen de recursos financieros inmensamente superiores.
- Qué características debiera tener esta nueva fase de campaña.
- Michelle Bachelet posee un liderazgo ciudadano que hay que potenciar y proyectar. Ella expresa un tipo de liderazgo de mayor cercanía con las personas, pero, a su vez, representa el deseo de la mayoría de los chilenos de mayor igualdad, libertad y justicia. Ella es políticamente la alternativa a una derecha autoritaria y conservadora. Debemos construir bien la ecuación entre los nuevos rasgos de liderazgo que Bachelet representa, y el despliegue de una campaña que signifique mostrar el proyecto progresista que expresa la Concertación en esta etapa y que es superior a la oferta que la derecha le puede hacer al país.
- Se ve un poco plana la campaña. ¿Tiene alguna “épica” esta campaña?
- Creo que sí tiene una épica: en primer lugar, no es un asunto secundario que una mujer llegue por primera vez a la presidencia de la República. Eso es un cambio cultural muy profundo por lo que vale la pena movilizarse. En segundo lugar, creo que también Bachelet representa la posibilidad de construir una sociedad con más igualdad y sin discriminaciones. Hay tareas que hacer en el campo previsional, en educación, en vivienda, en seguridad ciudadana, en trabajo, en salud. Bachelet es la candidata que asegura más justicia e igualdad para los chilenos y chilenas. Probablemente esto deberemos comunicarlo con más énfasis y eficacia en esta etapa. Tampoco es un detalle derrotar nuevamente a la derecha: una derecha conservadora y autoritaria en versión Lavín, y una derecha económica, egoísta e individualista, en versión Piñera. También Bachelet contiene la promesa de una renovación de la política, que es muy importante para reconectar a los ciudadanos con la democracia y sus instituciones.
- Pareciera que el carácter ciudadano de la campaña es incompatible con una mayor participación de los partidos…
- Eso es una falsa dicotomía. Además oponer los ciudadanos a los partidos, o los ciudadanos a la política es un discurso de derecha. Rescatar lo ciudadano tiene que ver con una crítica a la reducción de los individuos a su carácter de meros consumidores, y en el ejercicio del gobierno a un tecnocratismo que no considera en sus diseños de políticas públicas la mirada y la sensibilidad de las personas. Rescatar el concepto de ciudadanía tiene justamente el sentido de dignificar la política. En lo más concreto se requiere en esta fase una mayor articulación de los partidos y de la campaña, tanto para el despliegue territorial de ésta, como para construir un sistema de toma de decisiones que contenga mayor masa crítica y que comprometa a todos los actores políticos relevantes. Ello es básico para asegurar el éxito de la campaña. No veo incompatibilidad entre mantener el carácter ciudadano de la campaña y una mayor articulación y participación de los partidos de la Concertación en ésta.
- El tono del debate, sin embargo, ha ido in crescendo, el jefe territorial de la campaña presidencial acusó esta semana al PS o a sectores de éste de “estalinistas”, y desde el mismo Comando, se ha acusado a los partidos de lentitud en la negociación parlamentaria.
- Cuando surgen dificultades como las señaladas, lo peor es entrar al necesario proceso de crítica y autocrítica, como decíamos antes, a través de las recriminaciones mutuas por la prensa y en ese tono. Y esto incluye también la filtración de reuniones privadas a la prensa y las críticas a la campaña que no proveen soluciones y se hacen ‘sin rostro’.
- Cómo salir de este escenario complejo…
- Poniéndole fin a las recriminaciones mutuas, asumir que el camino se ha puesto más difícil, pero no olvidar que con Michelle Bachelet seguimos teniendo la primera opción. Esto significa aceptar que la campaña está en una etapa de transición lo cual explica algunas de sus debilidades, así, también, es justo reconocer que la negociación parlamentaria es compleja. Ésta tiene el ritmo que tiene porque los partidos sienten que se están jugando temas muy importantes para su futuro. Ello es particularmente claro en el caso de la DC, que al no llevar candidato presidencial, con toda legitimidad, ha puesto en el centro de su estrategia obtener una buena negociación parlamentaria. También están las diferencias al interior del bloque PS-PPD y PRSD, y al interior de cada partido.
- Se habla de “blindajes” para la DC…
- Pienso que el mundo PS-PPD y PRSD al tener el candidato presidencial debe realizar algunos gestos a la DC. Se ha recordado mucho en este sentido lo obrado al respecto por Aylwin y Frei. En nuestro mundo esto se entiende claramente. Estos gestos son justos y necesarios hacia el conjunto de la DC, más aún a partir de la actitud de Soledad Alvear y del conjunto de la DC al respaldar la opción de Michelle Bachelet. Sin embargo, deben ser gestos que no hagan perder competitividad a la lista parlamentaria, lo cual es fundamental para potenciar la campaña presidencial, y obtener una mayoría en el Parlamento, pero además, deben ser hechas de cara a la ciudadanía y explicando las razones de ello. Por último, deben ser proposiciones razonables.
- La DC está pidiendo blindar 3 ó 4 senadurías y llevar 60 candidatos a diputados…
- Estos son temas que deben discutirse en el marco formal de una negociación parlamentaria que aún no comienza. Es bueno recordar que similar discusión sobre cantidad de candidatos se dio en la negociación municipal y al final llegamos a un buen acuerdo, acá debiera pasar lo mismo. Lo primero es partir estableciendo a que cantidad de candidatos tiene derecho cada Partido, en función de su aporte electoral al conjunto, para a partir de allí establecer los gestos que corresponda hacer.
- De acuerdo a ese criterio ¿cuántos candidatos le corresponden a la DC?
- Le corresponderían alrededor de 50 candidatos a diputado, pero a partir del razonamiento anterior, es legítimo que pidan una cifra mayor.
- ¿Cuando habrá lista parlamentaria en definitiva?
- Los plazos se están acortando. En el bloque PS-PPD y PRSD estamos muy cerca de un acuerdo que involucra todos los distritos del país. Con la DC está como horizonte su Junta Nacional en la segunda semana de julio. Lo que ha dificultado la negociación con la DC es, también, la falta de definición de sus candidatos. Entendemos que ello se dirimirá por acuerdo político o elecciones primarias de aquí al 3 de julio.