Hoy está en debate la aplicación de un royalty para las empresas privadas que explotan nuestro cobre. El gobierno lanzó su proyecto a la discusión en que se propone un aporte entre 0.1 % y 3% por parte de las empresas que tengan márgenes mayores de utilidades (entre 5 % y 55 ). También se ha hablado de crear un Fondo de innovación tecnológica con lo recaudado, teniendo en cuenta que los recursos mineros no son renovables. El Parlamento dará su última palabra como corresponde a toda democracia, ojalá teniendo a la vista la última encuesta CERC que indica que el 67 de los chilenos está de acuerdo con la aplicación de un royalty a las grandes empresas mineras.
También, producto del buen precio del cobre en la Bolsa de Londres algunos sectores han propuesto para el debate, eliminar el 10% de las exportaciones de este mineral que va a las arcas de las Fuerzas Armada, (en virtud de la Ley Reservada del Cobre), cantidad que en 1999 fue de más de 250 millones de dólares. Este debate se ha incrementado este año cuando el precio del metal rojo se mantiene por sobre US$ 1,30 la libra y las arcas castrenses podrían lograr – a fines del año 2004 – unos US$ 500 millones, el doble de lo que recibieron en 2003.
En este articulo, propongo para el debate, que en los casos antes mencionados se legisle a favor de la educación chilena. Es importante tener en consideración que se puede perfectamente crear un Fondo anual con esos recursos – royalty y 10% de exportaciones del cobre – para mejorar la educación, tanto básica, media, como universitaria. También es urgente elevar el número de profesionales con postgrados: el número de doctores concedidos en 1997 fue de 57 en el caso de Chile; 2.972 Brasil; 4.999 Corea; 1.422 Finlandia y 5.014 N. Zelanda.
Todos los estudios y evaluaciones nacionales e internacionales de nuestra educación, consideran que los cambios operados desde el año 1990 han permitido perfilar un proceso de reforma educacional muy interesante con grandes logros, que la destacan en el concierto latinoamericano; pero que ciertamente después de 14 años, para seguir avanzando se necesita remover ciertos obstáculos estructurales, que pasan, indudablemente por la inequidad y segregación del sistema escolar, la formación inicial de los profesores, la falta de articulación entre los distintos actores del sistema escolar, las desigualdades del acceso a la educación superior.
En este contexto, los resultados en los aprendizajes conservan brechas muy altas según sectores o estratos económicos. Las diferencias entre el quintil más pobre y el quintil más rico son alarmantes, lo que no habla bien de un país que está preocupado de la equidad y que quiere crecer en igualdad.
Por lo tanto los resultados del Simce de Segundo Medio y de Cuarto y Octavo Básico no mejorarán como país si no tomamos las decisiones ahora de invertir más en los sectores más vulnerables. Muchos pondrán el grito en el cielo, ya que se ha más que triplicado la inversión en educación en los últimos años, pero debemos convenir en que estos niveles antes de la década del 90 estaban tan bajos que cualquier aumento podría haber llamado la atención.
La subvención por alumno en Enseñanza Básica y en la Media por hora hecha es de $ 220 y $250 respectivamente y estamos hablando del 92% de los alumnos del país; algunos sectores mejoran esta cifra por el perverso sistema de financiamiento compartido. El gasto total por alumno anual en dólares 1999 es en Chile USD$ 1.701; Corea USD$ 2.838; España USD $ 3.653; Finlandia USD $ 4.138). Se ve que la inversión en educación en nuestro país sigue siendo muy baja y débil para pensar seriamente en mejorar nuestra educación.
Creo que este Fondo que se propone con una parte mínima de nuestra máxima riqueza mineral nos permitiría mejorar el financiamiento en los sectores que más necesitan, pero también en el apoyo a sus familias. El conocido informe Coleman de 1966, perfeccionado por él los años siguientes y ratificado por estudios de Marzano, 2000; Mertz 2001; Willms, 2002, reafirman la importancia de la familia en los resultados académicos de sus hijos. De manera incontrarrestable la evidencia apunta a que el factor familiar es el más importante para explicar los resultados de los aprendizajes de los alumnos, desde un 60% a un 80% de la varianza. (sugerimos apoyo en trabajo, educación de los padres, recursos en el hogar, libros, computador, participación de los padres en la escuela, talleres de apoyo de formación de los hijos, asistencia a actividades culturales, toda la alimentación asegurada, etc.)
Indudablemente que la subvención diferenciada que propuso el Presidente Lagos en la inauguración del año escolar, apunta correctamente en esta misma dirección. Si queremos salir del subdesarrollo, el diferencial o como se dice ahora el valor agregado lo hace hoy la educación. Ahora debemos hacer un nuevo y gran esfuerzo de inversión que permita hacer realidad el ideal democrático de otorgar a todos nuestros niños y jóvenes las mismas oportunidades en su desarrollo.