Sección: Internacional: Reordenamientos y transiciones globales

Santa Cruz de la Sierra: La Demanda de Autonomía

José Luis Díaz

www.centroavance.cl
Julio 2005

En términos globales, la actual crisis boliviana se debe a dos desafíos que enfrenta el régimen político de ese país: por una parte, a la incorporación al sistema de las demandas indígenas (mayoritarias, según datos oficiales) y por otra, al procesamiento de la demanda autonómica, impulsada especialmente por el pujante Departamento de Santa Cruz.

Santa Cruz de la Sierra es uno de los Departamentos de Bolivia con más presente y futuro de ese país. Se lo asocia, con demasiada ligereza en realidad, con el gas y petróleo. Sin embargo, en esos rubros el Departamento de Tarija es el que tiene la mayor producción; exporta el 80% del gas de Bolivia.

El Departamento de Santa Cruz se encuentra en la parte oriental del país, en la región amazónica. Limita al este con el Brasil y al sur con Paraguay. Sus fronteras abarcan desde los llanos amazónicos, que constituyen la mayor parte de su territorio, hasta las sierras andinas. Es una de las regiones de mayor crecimiento demográfico de Sudamérica y la zona económicamente más importante de Bolivia por su frontera agrícola en expansión, su floreciente agroindustria y sus atractivos turísticos; entre los cuales se cuenta las misiones jesuitas del siglo XVII y XVIII.

El Departamento tiene una gran extensión: tiene 370.000 km2: es más grande que Ecuador (que tiene 272.045 Km2) o que Uruguay (con 176.215 km2). La población está dando un gran salto: en 1992 eran 1.364.300 habitantes y en el año 2001 eran ya 2.029.471 cruceños. Es el quinto productor del mundo de soja. En la ciudad, se realizan al año más de 600 eventos internacionales al año; y un chileno fashion podría sentirse bastante a gusto (existe una pujante “industria de la moda”).

Como hemos dicho, es un departamento agrícola y agroindustrial. La ganadería tiene mucha importancia y el comercio, en especial el comercio exterior también. El 45% de las importaciones de Bolivia ingresan por Santa Cruz y según las últimas cifras, el 56% de las exportaciones del país salen de este Departamento. Tiene una minería e industria fuerte. La ciudad tiene más de un millón habitantes y es la segunda del país. Su crecimiento tiene sólo 25 años y el Departamento tiene su mayor impulso desde 1953, como efecto de la reforma agraria y las trasformaciones socio-económicas que generó.

Santa Cruz es descrito, en el resto de Bolivia, como un lugar donde predomina una oligarquía egoísta: tributaria de las colonias alemanas, española, croata y árabe; y que tiene tendencia a organizarse en logias. Donde el elemento indígena u originario es claramente minoritario, a diferencia del altiplano, y además representado por pueblos como los guaraní-tupi, chiquitos, etc.

Históricamente, Santa Cruz siempre ha sido una región que ha postulado una mayor descentralización y autonomía regional. Tanto en el siglo XIX, como en el siglo XX.

El movimiento autonomista tiene cierta presencia, e interpretaría también las realidades de los Departamentos del Beni, Pando y de Tarija. Los Departamentos del Beni y Pando son muy extensos, amazónicos y escasamente poblados. Tienen alguna producción agrícola, pero son más bien reservas forestales y ecológicas de primer nivel. Por su parte, Tarija es el Departamento gasífero por excelencia, donde se encuentran los campos de San Alberto e Itaú, San Antonio y Margarita.

En los últimos años el movimiento autonomista ha concitado la adhesión de sectores importantes de la población cruceña. En junio del año pasado se efectuó una demostración multitudinaria (de 300 mil manifestantes) y en enero de este año se terminaron de recolectar las firmas necesarias para convocar a un Referéndum Autonómico (se reunieron 500.000 firmas). También en enero se realizó una movilización exitosa contra el aumento de la gasolina.

La principal organización impulsora de la autonomía en el Departamento es el “Comité Pro Santa Cruz”, compuesto de organizaciones patronales, gremiales y vecinales (actualmente presidido por Germán Sotelo), que logró en enero imponer el tema de la autonomía a un nivel tal, que desde esa fecha se empezó a hablar de la agenda de “enero”, como sinónimo de la reivindicación autonómica.

Las organizaciones empresariales de Santa Cruz tienen nexos con los movimientos autonomistas. La Confederación Agropecuaria del Oriente (CAO); La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (CAINCO); la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH); y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), representan una red empresarial representativa.

Uno de los grupos autonomistas más radicales es el “Movimiento Nacional Camba de Liberación”, que en su página Web, sostiene recientemente que “la autonomía ya fue, ahora lo queremos todo”. Grupo extremo, pero no necesariamente vinculado a los empresarios: varios de sus dirigentes públicos merecen más el apelativo de “intelectuales” que de hombres de negocios. Su discurso es bastante ideológico, cuyo objetivo es una Región Autónoma, con estatuto y gobierno propio.

Por otra parte, y frente al movimiento autonomista, subsiste un movimiento social, indígena y de pueblos originarios fuertemente crítico a las propuestas autonomistas de los grupos derechistas y empresariales. La “Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano” (CIDOB); la “Confederación Sindical de Colonizadores de Bolivia” (CSCB) y la “Coordinadota de Pueblos Étnicos de Santa Cruz” (CPSC), constituyen actores sociales críticos a las propuestas autonómicas de las organizaciones cruceñas.

La recargada agenda electoral boliviana de los próximos meses, considera la elección de los Prefectos departamentales el 4 de diciembre, junto a las elecciones generales. También supone que el primer domingo de julio, junto con la elección de la Asamblea Constituyente, se efectuará el Referéndum Autonómico. Tanto la elección de Prefectos como el Referéndum deben ser considerados como éxitos del movimiento autonomista.

Todo indica que la demanda de autonomía de Santa Cruz es un proceso que se ha iniciado con fuerza; aunque también parece que con prudencia. Donde concluya el grado de autonomía que logre o conquiste este Departamento, va a depender de muchos factores, varios de los cuales hemos enumerado más arriba, pero sin duda se trata de un proceso que llegó para quedarse a la historia contemporánea boliviana.